Si hay alguna película de miedo que podrían no haber creado, esa es "La Semilla del Mal".
El argumento inicial es cuanto menos curioso: el espíritu de un niño que desea nacer mezclado con un pasado referido a Mengele.
Pero, a medida que avanza la película, esa idea inicial se convierte en la típica película americana donde el niño es el típico personaje de miedo vengativo que va tras la típica chica asustándola y aislándola del mundo mediante los típicos sustos de una película bastante simple.
Cierto es que uno puede llegar a pegar un pequeño salto en el asiento, pero sólo por el estruendoso sonido del cine que suena a tope de repente en un segundo. Ya sea por un chillido del niño o cuando en mitad del suspense se cambia de escena a un camión y te "asusta" el sonido de su motor.
No hay gran cosa que pueda definir esta película, pues los efectos especiales dejan muchísimo que desear (a excepción del iris de los protagonistas) ya que parece que carecieran no sólo de presupuesto, sino también de ideas, pues muchas de las escenas son bastante parecidas (si no iguales) a la película de "El Exorcista"; por lo que en ocasiones, en vez de miedo, incluso da risa.
Así pues, es la típica película donde las escenas y el argumento es previsible y los personajes van muriendo poco a poco. Está bien para pasar un rato frente a la pantalla, pero nada más.
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