La última película de Jim Carrey proporciona un largo rato de entretenimiento cómico junto a una trama romántica nada empalagosa.
Dirigida por Peyton Reed, "Dí que sí" (Yes man) da vida a la historia de un infeliz divorciado que trabaja en la banca: Carl Allen (Jim Carrey), quien está hundido y deprimido tras su separación y ve cómo su vida simplemente pasa de largo, sin detalles ni importancia.
Pero un día asiste a una reunión liderada por un gurú (Terence Stamp) cuya máxima es decir que sí a la vida, para ser positivo, optimista y no perderse esas cosas buenas que suceden cuando uno decide no participar en un evento.
Nuestro protagonista se lo empieza a tomar en serio y ve como su vida va cambiando poco a poco, saliendo del hoyo en el que se encontraba y mejorando su situación social.
En definitiva es de las típicas películas que transmite un sentimiento positivo al espectador y que anima a las personas a un puro carpe diem, para dejar un poco apartada la conciencia y sentirse más libres, extrovertidos e instintivos.
Pero también nos muestra las consecuencias de hacer una afirmación universal a cualquier propuesta, tanto a corto como a largo plazo, por lo que la trama no se muestra tan simple y nos hace reflexionar un poco sobre el sentido real que nos pretende transmitir el hecho de decir sí a la vida.
Es una cinta bien tratada en mi opinión, aunque un poco exagerada claro, ya que muchas de las cosas que le ocurren a Carl no son de las que ocurrirían en la vida real. Y si bien la interpretación del actor no es tanto del estilo absurdo y gesticular como le precede en su reputación, es un personaje mucho más real y cercano; lo que nos demuestra que su carrera no está tan encasillada como pudiera parecer hace un tiempo.
No perderéis nada viéndola y puede que algunos terminen viendo la vida desde otro punto de vista.
0 comentarios:
Publicar un comentario