El Gran Lebowski (Hermanos Coen)

¿Es la mejor película de los hermanos Coen? ¿Y que puesto ocuparía en el top de comedias de la historia del cine? Preguntas que como siempre, dependiendo de la persona, se responden rápidamente, de una forma u otra. Y eso es lo importante, que aunque "El Gran Lebowski" levanta muchísimas pasiones y tiene una legión de fans inconmensurable, también tiene detractores. De ahí la importancia, y es que es imposible que esta cinta deje a alguien indiferente.

En esta gran obra se cuenta la historia de "El Nota" o "The Dude", un vago, pasota, extravagante y hippiesco personaje que vive en Los Ángeles, que ama los bolos, a los que suele jugar con dos amigos suyos. Walker, un veterano de guerra divorciado, de quien no sabemos por qué sufre más, y Donny, un muchacho que se siente tremendamente inferior, que siempre escucha y a penas habla. Pura inocencia.

Un día como otro cualquiera en la vida del Nota, unos matones irrumpen en su casa, y mientras uno le amenaza confundiéndole con otro Jeff Lebowski, el otro orina en su preciada alfombra. Y como es habitual en el cine de los Coen, esta experiencia le sumergirá en un cúmulo de circunstancias a cada cual más enredosa.

A diferencia de otras películas de estas privilegiadas mentes, en El Gran Lebowski todo funciona mejor si cabe que en el resto. Las circunstancias son más creíbles y el hilo conductor es entretenidisimo. Por ejemplo, a diferencia de "Fargo", otra gran película, en esta los personajes son mucho más memorables, y al seguir un tono de comedia, todo se hace más llevadero. Pero, como siempre, esta no es la típica comedia cargada de gags estúpidos que hacen reír sin parar. El humor que desprende esta película es el que a veces te provoca una buena carcajada, pero que normalmente hace que te rías por dentro por lo hilarante de las situaciones, diálogos, expresiones o hechos. Todo, absolutamente todo, está cuidado al detalle.

John Goodman como Walker esta enorme, mi personaje favorito de la película, una especie de antagonista de El Nota, siempre cabreado y llevándolo todo al extremo, relacionando todo lo posible con la guerra de Vietnam. Jeff Bridges como El Nota pare otro gran personaje totalmente inolvidable que se hace querer desde el principio. quien no ha querido ser así, tomándoselo todo con absoluta calma, viviendo su vida, sin trabajo, relajado a todas horas y echando una partida de bolos de vez en cuando, y eso si, que no te toquen las narices. Y por último, el siempre carismático Steve Buscemi como Donny, el tercer personaje principal, al que se le coge cariño enseguida... Tres amigos unidos por algo muy fuerte que me cuesta entender, pero que desprende emotividad desde el principio. Tres personajes exageradísimos, fruto de sensaciones humanas que cohibimos día a día por nosotros mismos que pululan por el mundo y acaban metidos en un lió enorme. Ese es el encanto de "El Gran Lebowski", que al fin y al cabo, a todos nos gustaría estar en un lío así, y tomárnoslo como se lo toman ellos.

Aparte del contexto general, los diálogos son muy buenos, al mismo nivel que los que sorprendieran a la comunidad cinéfila de "Pulp Fiction", por poner un ejemplo. Frases memorables como "Ese hombre trata los objetos como si fueran mujeres" están cargadas de un humor tan negro que envuelve la situación que a veces hasta impiden reírte, sino que hacen que disfrutes de otra forma totalmente distinta difícil de describir.

Cabe decir que aparte de los personajes protagonistas, cada secundario no deja de enriquecer la historia, desde estúpidos policías hasta un detective privado o un productor adinerado, y como no, la bella Julianne Moore, con un personaje excéntrico a más no poder que no para de sorprender al espectador.

De "El Gran Lebowski" se pueden comentar muchísimas cosas, porque las dos horas y diez minutos de situaciones originales, frescas e hilarantes que la componen son dignas de infinitos comentarios, porque a cada una se le pueden buscar interpretaciones fuera de contexto y montones de detalles, así como la forma en que los Coen manejan sus cámaras y consiguen esa exquisita fotografía, pero no merece la pena.

La verdad es que prefiero dedicar los últimos párrafos a recomendar "El Gran Lebowski" a quien busque algo de originalidad en el cine de estos tiempos, a quien esté cansado de reírse porque sí con comedias repetitivas como "Casi 300", o a quien simplemente quiera pasar un buen rato y le apetezca soñar con algo diferente. Esta película es una verdadera obra de culto, una película que se hace querer y admirar, una gran obra sin precedentes por la que no ha pasado el tiempo.

Cabe decir por mi parte que este era mi segundo visionado, y la he disfrutado muchísimo más que la primera vez, lo que seguramente se deba a que no es tan fácil habituarse al estilo de los Coen. Claro que, una vez dentro, es imposible salir.

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